El sol se irá y regresarán los lunes de lluvia en hora punta. ¿Volverán también los atascos?

En una semana en el que aún calientan los rayos del veranillo de San Martín, al menos la lluvia no pone de su parte en los atascos que en los últimos lunes han colapsado a las grandes ciudades. En el ránking de las ciudades españolas con los mayores embotellamientos en lunes de lluvia, Madrid, con más de cinco horas de atascos ha sido de las primeras en tomar posiciones.

Atasco los días de lluvia
Atasco en hora punta

Como se podría decir que la temporada de nubarrones y lluvias no ha hecho más que empezar, al margen del oasis primaveral del comienzo de noviembre, que se vuelvan a producir atascos como los de pasado mes de octubre es solo cuestión de nubes. Bueno, y de algo más.

Que sea lunes y, además, llueva significa adquirir más papeletas para el sorteo de la ‘gran retención’. Pero, ¿por qué se producen? ¿Tanto peso tienen estos dos factores para colapsar el tráfico de manera tan llamativa? En realidad, son dos razones más que se suman a una serie de circunstancias en cadena.

Las grandes ciudades son ‘centro’ de peregrinación de infinidad de vehículos, así es que además de sus calles se atascan sus vías de acceso, con mayor intensidad, como es lógico, en hora punta. No hay que olvidarse, además, de los numerosos vehículos, muchas veces ocupados por una sola persona, que a diario circulan por las carreteras. Un número de coches que, sí, va en aumento. Interesante tener en cuenta las palabras del presidente ejecutivo de Ford Motor Company. Bill Ford Jr. auguró que en muy pocas décadas el número de vehículos que circulan por las carreteras de todo el mundo incrementará de los mil millones actuales a los cuatro mil millones. Así se recoge en el Informe Anual INRIX National Traffic Scorecard.

Si a todo lo anterior le sumamos el inoportuno hábito que tenemos de coger el coche cuando llueve, la mezcla se va volviendo más y más explosiva. Y es que bajo estas circunstancias, los accidentes de alcance, por no frenar a tiempo y no poner especial celo en guardar la distancia de seguridad sobre el suelo resbaladizo, son más que frecuentes. Como consecuencia, se ralentiza, aún más, la enervante tarea de llegar puntual al trabajo.

¿Cuánto tiempo de nuestras vidas podemos perder metidos en un atasco?

Según un estudio internacional realizado por Scorecard, para el que se contó con la colaboración de RACC a la hora de aportar cifras españolas, entre enero y julio de 2014, en Barcelona, cada conductor que usa las vías interurbanas pasó 12 horas en atascos. En Madrid, 13,2 horas. Unos datos que, sin embargo, si se comparan con los de otras ciudades, no nos dejan en tan mal lugar. Durante los primeros siete meses del año pasado en Londres los conductores pasaron 55 horas atascados y en Bruselas, 44 horas.

Pistas para sufrir menos los atascos

Si las retenciones extraordinarias que se producen los días de lluvia en hora punta y comienzos de semana son producto de una serie de acontecimientos en cadena, la solución a las mismas también pasa por una serie de conductas que, encadenadas, ayudan a mejorar el tránsito cuando este es especialmente denso.

Al margen de los planes de movilidad y medidas que los responsables deben llevar a cabo, ¿qué podemos hacer nosotros como conductores? A nuestro alcance está mirar al cielo y en días de meteorología adversa, pensar en rutas alternativas o en el transporte público como vía de escape. Metidos en el atasco, no debemos olvidar ser precavidos y rigurosos con la distancia de seguridad que debemos mantener con el coche que va delante. Además, en estos momentos es especialmente importante tener los neumáticos en buen estado.

También ayuda tomar el pulso a nuestro camino rutinario y conocer a qué horas hay mayor concentración de coches. Así sabremos si saliendo unos minutos antes, o unos minutos después, del trabajo o de casa tendremos más oportunidades de librarnos del atasco de las horas punta.

Además del transporte público o la combinación de este con el propio vehículo que, en algunos casos, se puede estacionar en los parkings disuasorios de las grandes ciudades para continuar el trayecto en autobús, tren o metro, están las opciones de la bicicleta o la moto. Para las motos cada vez hay más semáforos que reservan un espacio adelantado para ellas, así como existen tramos en los que pueden compartir carril con taxis y autobuses.

En los últimos tiempos, además, contamos con un aliado, la tecnología. Gracias a las aplicaciones móviles, a las redes sociales o a webs como la de la Dirección General de Tráfico (DGT) podemos conocer el estado de las carreteras en nuestra ruta en tiempo real. Esto nos permite adelantarnos y modificar el trayecto u optar por un plan alternativo en caso de necesidad.

Si aún siguiendo todos las recomendaciones el coche queda atrapado en mitad de una gran retención, de nada sirve desesperarse. Que esto suceda, no siempre se puede evitar. Sabemos que la resignación y la paciencia también pueden ser buenas compañeras de viaje. Eso y el sentido del humor.

Aquí va el enlace de un vídeo sobre un descomunal atasco en Pekín, ciudad con cerca de 20 millones de habitantes, durante la operación ‘Semana Dorada’, una de las famosas vacaciones de China. Sí, aún se puede estar peor… (permítannos la broma).

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