Reducir la velocidad de 90 a 70 km/h en la M-30. Sí, ha sido una medida no exenta de polémica. Sin embargo, ya a pocos se les escapan las restricciones que la semana pasada la alcaldesa del Madrid, Manuela Carmena, ponía al tráfico para combatir el tapón de contaminación que se había instalado sobre la capital. Unas restricciones ya desactivadas pero que se mantienen como recomendación. Y es que la previsión meteorológica es desfavorable y podría repetirse una nueva subida de los índices contaminantes.
Limitar la velocidad en la M-30 o restringir el acceso y aparcamiento dentro de Madrid a los no residentes han sido las principales medidas que se pusieron en marcha para reducir el elevado índice de dióxido de nitrógeno (NO2) en la capital. Una decisión que, sin embargo, trajo otros ‘malos humos’. Y es que no fueron pocos los que consideraron que se falló en la comunicación sobre la activación del protocolo de medidas para altos niveles de contaminación.
Polémicas a un lado, la cantidad de coches que circulan por nuestras carreteras y colapsan los grandes núcleos urbanos ya no son sólo un problema para los conductores que sufren atascos a diario. Esta circunstancia es, desde hace tiempo, un problema para el aire que respiramos.
¿Qué podemos hacer para reducir nuestro impacto sobre el medio ambiente?
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) publicó una serie de consejos para contribuir en la reducción del consumo total de energía en el sector del motor. Se trata de recomendaciones para una conducción eficiente que, si todos seguimos, sin duda suponen una valiosa aportación para disminuir el consumo de carburantes y de emisiones de CO2.
Asimismo, el IDAE apunta que con la aplicación de estas claves estaremos invirtiendo también en seguridad vial y reduciendo el tiempo que derrochamos en los viajes.
A pesar de la obviedad, no está de más repetir que, en esta batería de consejos, el primero de ellos es utilizar en la medida de lo posible los medios de transporte mas eficientes. Estos son los medios de transporte públicos (trenes, autobuses…) pero también la bicicleta, ahora que parece ha llegado a las ciudades con la intención de quedarse.
Pistas para una conducción eficiente cuando el coche es la irremediable alternativa:
- Arranque y puesta en marcha: Arrancar el motor sin pisar el acelerador. Iniciar la marcha inmediatamente después del arranque. En los motores turboalimentados, esperar unos segundos antes de comenzar la marcha.
- Primera marcha: Usarla sólo para el inicio de la marcha, y cambiar a segunda a los dos segundos o seis metros aproximadamente.
- Aceleración y cambios de marchas:
- Según las revoluciones: En los motores de gasolina: en torno a las 2.000 rpm. En los motores diésel: en torno a las 1.500 rpm.
- Según la velocidad: 3ª marcha: a partir de unos 30 km/h. 4ª marcha: a partir de unos 40 km/h. 5ª marcha: a partir de unos 50 km/h.
- Después de cambiar, acelerar de forma ágil.
- Utilización de las marchas:
- Circular lo más posible en las marchas más largas y a bajas revoluciones.
- En ciudad, siempre que sea posible, utilizar la 4ª y la 5ª marcha, respetando siempre los límites de velocidad.
- Es preferible circular en marchas largas con el acelerador pisado en mayor medida (entre el 50% y el 70% de su recorrido), que en marchas más cortas con el acelerador menos pisado.
¿Las cumplías ya?