Conducir con nieve o hielo tiene sus reglas. Al mal tiempo, buenos consejos

El invierno terminó por llegar. Ya lo decíamos en el post anterior, aquel en el que poníamos el acento en la importancia de, en caso de heladas y nieve, limpiar completamente el parabrisas y los retrovisores antes de iniciar la marcha. Febrero ha terminado sus días con un temporal que ha mantenido en alerta a 25 provincias y ha llevado a Protección Civil a recomendar que se evitaran los desplazamientos en carretera. Con el descenso de las temperaturas, las rachas de viento y la nieve caída, resulta más que oportuno detenerse en algunos de los consejos de la DGT a la hora de emprender un viaje y ponerse al volante con condiciones climatológicas adversas.

En poco tiempo llegan días de descanso y puede ser que para Semana Santa tengamos en mente comprobar in situ que al fin este año desempolvar trineos, esquís, tablas de snow, raquetas o cualquier otro artículo de divertimento invernal tiene sentido. Si ese va a ser el caso, convendrá, de vez en cuando, pasearse por la web de la Aemet. Por eso de ir cerrando preparativos.

Precisamente ese es uno de los primeros consejos que la Dirección General de Tráfico lanza a los conductores cuando hay previsión de precipitaciones. No olvidéis entonces consultar las condiciones meteorológicas y de la situación de la ruta que hayáis decidido emprender. Asimismo su recomendación es que, en la medida de lo posible, valoremos caminos alternativos con los que poder evitar aquellas zonas que estén afectadas por la nieve.

Elijamos o no darle esquinazo a la nevada con otra ruta, tomad nota porque esto es lo que no debe faltar en nuestro equipaje: cadenas, guantes para su colocación, linterna, calzado adecuado y ropa de abrigo. Sobre el uso de las cadenas, os emplazamos al próximo post que subamos al blog de Tráfico y Tránsito. En él os daremos algunas claves para aprender a colocar las cadenas y sufrir lo justo mientras la ponemos a la intemperie.

Ni que decir tiene que siempre debemos ser alumnos obedientes cuando es un agente el que nos da las indicaciones. Especialmente si en ese momento vienen de los agentes de vigilancia de carreteras alertados por la existencia de claros riesgos para la seguridad vial. Del mismo modo, debemos estar muy pendientes de la señalización de la carretera y de las informaciones que faciliten los paneles de la vía.

La DGT, como el sentido común, también subraya la necesidad de, en situaciones así, reducir la velocidad y circular por carreteras nacionales y durante el día. Viajar por la noche y hacerlo por carreteras secundarias pueden convertir la experiencia en una desagradable aventura.

Si mantener la distancia de seguridad con el vehículo que nos precede es una lección que nunca debemos pasar por alto (consulta el gráfico que sobre este punto hemos colgado en nuestro perfil de Facebook), con hielo, nieve, lluvia o niebla como compañeros de viaje las precauciones deben extremarse. Así, no es apropiado realizar adelantamientos, “salvo que se trate de vehículos extremadamente lentos” y que dispongamos de suficiente espacio libre al frente para realizar la maniobra. Cuando lo que tenemos entre manos es un camión, con nieve o hielo, mejor olvidarse del verbo ‘adelantar’.

En condiciones como las que estamos describiendo el alumbrado es nuestra herramienta para decir: “¡Eh! Estamos aquí”. Si por causas de lluvia, nieve o niebla la visibilidad queda reducida “es imprescindible encender las luces de cruce y el alumbrado específico de niebla”.

En lo que respecta a las vías desdobladas, la DGT indica la necesidad de circular por el carril derecho y en caso de tener que detener el coche, hacerlo siempre fuera de la calzada o en el arcén. Puede ser que, además, el agente de carretera nos pida inmovilizar el vehículo. Entonces, no nos quedará otra que esperar a que sea él quien nos autorice para ponerlo de nuevo en funcionamiento.

¡Ah! Se nos olvidaba algo más que meter en la maleta, aunque probablemente ya lo tengáis más que contemplado. El teléfono móvil y con carga, claro.

En la página de la DGT cuentan con un apartado dedicado a consejos estacionales. Allí, podréis encontrar más recomendaciones interesantes que en ocasiones, por obvias, pasamos por alto. Por nuestra parte, Tráfico y Tránsito está especializada en educación vial. Así, entre otros programas sobre seguridad vial, disponemos de cursos prácticos de conducción con mal tiempo. En ellos, además de conocimientos teóricos ofrecemos a los alumnos la posibilidad de desarrollar ciertas habilidades prácticas en simuladores de vuelco y simuladores de impacto.

Antes de dar por finalizadas estas líneas, una sugerencia más. Llenad el depósito cada 100 kilómetros, aproximadamente. En viajes con nieve y ante posibles imprevistos, puede ser de gran ayuda.

Feliz viaje 😉