Las ansiadas vacaciones empiezan en el mismo momento que nos subimos al coche para dirigirnos a nuestro destino. El viaje es parte importante del descanso. ¿Por qué entonces no prepararlo con la suficiente antelación y previsión, igual que hacemos con el alquiler del sitio donde vamos a parar o las maletas que vamos a llevar?

Muchos son los conductores que se ponen en marcha sin haber mirado previamente la ruta a seguir, sin haber estudiado las distintas posibilidades, las ventajas y desventajas de una y otra carretera y, con el motor ya andando y una mano en el volante, es justo cuando decidimos marcar el destino en el navegador del coche o incluso en el del teléfono, haciendo malabarismos para que la pantalla del móvil nos quede en un lugar accesible a la vista.
No es raro entonces que en muchos momentos del trayecto nos asalten las dudas de si estamos yendo por el lugar adecuado, de si habremos tomado la salida indicada o estaremos haciendo kilómetros de más por una ruta que no es la nuestra, con el consiguiente nerviosismo e incertidumbre que esto nos puede provocar en el conductor.
Si, encima, nos hemos marcado una hora de llegada que esperamos cumplir a rajatabla, la situación se vuelve todavía más tensa para quienes conducen y para quienes le acompañan.
Un viaje bien planeado
No hay un manual que describa la situación ideal de la preparación de una salida larga, pero nuestra experiencia como expertos en seguridad vial y como conductores que también disfrutamos de viajes de vacaciones sí nos permiten apuntar algunos consejos:
- Mirar con antelación en el navegador las distintas y posibles rutas. La página web de la DGT suele preparar itinerarios alternativos en caso de retenciones en operaciones salida tan concurridas como las de las vacaciones de verano que es posible consultar para organizar mejor la ruta a seguir. La app gratuita de la Dirección General de Tráfico o sus perfiles en as redes sociales también pueden ser una buena manera de anticiparse a los acontecimientos y trazar el camino más conveniente. Eso sí, esta misión de consulta debe ser tarea de los acompañantes, jamás del conductor, si una vez en marcha se opta por revisar el trayecto escogido.
- Una vez escogida la más adecuada, según si tienen o no peaje, si son carreteras principales o secundarias, etc., quedarnos con los principales puntos del recorrido en la cabeza.
- Insistimos en la idea de que los acompañantes no sean meros sujetos pasivos. Deben ser ellos los que se involucren en la tarea de hacerse responsables del móvil si es el soporte escogido para guiarnos e ir pendiente del mapa de trayecto y sus indicaciones, así el conductor puede estar concentrado solamente en conducir.
- Llevar el móvil con la suficiente batería o con los dispositivos apropiados para poder cargarlo durante el viaje, sin olvidar verificar que el largo del cable, por ejemplo, alcance al sitio del acompañante que funcionará de guía.
- Intentar no improvisar sobre la marcha y salirse del recorrido previamente seleccionado.
- Elegir aplicaciones del móvil que no impliquen que haya que estar pendientes no sólo de la ruta sino además de quitar, por ejemplo, publicidad que nos aparece.
- Evitar marcarse una hora de llegada y realizar todas las paradas que sean necesarias.
- Por último, toda planificación de un viaje también debe incluir la programación de descansos. Cada dos horas debemos incluir en nuestra ruta una parada. Las vacaciones empiezan en el mismo momento en que nos ponemos en marcha, así que ¿por qué no disfrutar del viaje también durante el recorrido? Estirar las piernas, respirar hondo en algún rincón con encanto por el que pase nuestra ruta o refrescarnos mientras charlamos con nuestros compañeros de viaje en alguna de las áreas de servicio de nuestras carreteras son buenas formas de combatir la fatiga o el sueño, causantes de accidentes de tráfico.
¡Feliz viaje!