
Jugar o no jugar. ¿Son los videojuegos una verdadera amenaza para la seguridad vial? La razón que mueve a Tráfico y Tránsito en este artículo no es la de ahondar en un tema que ya ha motivado opiniones encontradas entre detractores y partidarios de los videojuegos de conducción y sus posibles repercusiones cuando el terreno de juego está fuera de las consolas. Si lo es revisar esos otros videojuegos que de manera expresa se enfocan en todo lo contrario. En exprimir nuestras habilidades como usuarios responsables de la vía pública poniendo a prueba nuestras capacidades para controlar cruces, evitar colisiones, garantizar la movilidad o, en el caso del público infantil, retarles a aprenderse las señales, a conocer las partes de una bici o meterse en el papel de conductor, peatón o ciclista moviéndose por la ciudad sin saltarse las normas.
Antes de darnos una vuelta por algunos de los juegos que en TYT hemos encontrado como posibles aliados de una conducción responsable, solo unas líneas para hablar de aquellos que, sin embargo, alimentan la adrenalina con altas dosis de velocidad y conducción temeraria.
Cargar la responsabilidad de una mala conducta al volante sobre un juego de entretenimiento es, seguro, excesivo. Los jugadores deberían saber discernir entre juego y realidad y haber agotado sus ganas de transitar por la ilegalidad cuando se bajan del rol que han asumido frente a la pantalla. Lamentablemente, no siempre se tiene la madurez suficiente o, incluso, la edad recomendada como para tener claro que lo que sucede en el juego se queda en el juego.
Teniendo claro que hablamos de ficción, no podemos evitar que nos llame la atención y nos produzca cierto escalofrío videojuegos como ‘GTA 1 Grand Theft Auto’.

‘GTA 1’ fue creado por DMA Design en 1996, con versiones que llegan hasta nuestros días. En él, el jugador se puede meter en la piel de un criminal con ‘libertad’ para circular a sus anchas por la ciudad. Robar bancos o asesinar están entre sus misiones. Y, ¿la manera de conseguir bonificaciones? Chocar vehículos, matar policías o atropellar peatones son solo algunas de ellas.
Si rastreamos en la prensa de hace un año, en febrero de 2016 se recogió la noticia de un almeriense, detenido tras cometer delitos de conducción temeraria y atropellar a todo aquel que se cruzó en su camino. Según recogía la prensa de la zona, su conducta, aislada y desde luego nada razonable, se debía a que estaba emulando a uno de los personajes de GTA. Tres ciclistas fueron víctimas de su ‘juego’.

Otro de los videojuegos que debería ser prescrito según la madurez de sus jugadores es ‘Car Crash Simulator’. En esta ocasión, el jugador no atenta contra los usuarios de la vía pública sino contra sus propios vehículos. Ser el más rápido y destrozar el mayor número de coches es el objetivo de este simulador de accidentes que, por ponerse tremendos, hasta incluyen la detonación como herramienta de destrucción.
Atropellos, accidentes intencionados y recompensados… Nos falta algo de velocidad. ‘Traffic Rider’ nos puede servir como ejemplo de lo que puedes hacer a los mandos de un videojuego pero que debes desterrar sobre el asfalto real, un espacio compartido por el que no circulamos solos y donde el riesgo tiene consecuencias reales que no se solucionan reiniciando la partida.

En Traffic Rider es un juego de conducción en primera persona a lomos de una motocicleta. ¿Y qué hay que hacer? Conducir a máxima velocidad mientras sorteas el tráfico de la ciudad.
Llegados a este punto, vamos a recobrar el pulso y centrarnos en otros videojuegos que tal vez no saquen la adrenalina de su órbita, pero sí pongan a prueba nuestra capacidad de planificación, nuestros conocimientos en seguridad vial y nuestra habilidad para resolver problemas de movilidad. ¿O acaso resolver los atascos de las grandes ciudades no pueden resultar un verdadero juego de habilidad? Llámadlo deformación profesional pero como consultoría de movilidad y seguridad vial, Tráfico y Tránsito le encuentra su gracia a este tipo de juegos.

Uno de ellos es ‘Traffic Control’. Se trata de un juego de habilidad consistente en guiar a los coches evitando que se produzcan accidentes de tráfico, colisiones y problemas que dificulten la movilidad de la zona. Para ello, el jugador es quien asume la tarea de controlar los semáforos, los pasos a nivel… Evitar colas en los semáforos, lograr que las ambulancias lleguen a tiempo al destino y que los coches no se impacienten son acciones que se premian.

En ‘City Traffic Control Simulator’ la misión es muy similar, aunque en esta ocasión la perspectiva es en 3D. Impedir que se produzcan colisiones, gestionar los cruces y mejorar la movilidad, controlar los semáforos en intersecciones, conseguir que los vehículos de emergencia cumplan su misión… son algunas de las tareas asignadas por este videojuego.
Bajo una dinámica similar aunque mucho más sencillo, como entrenamiento previo a convertirnos en verdaderos agentes de tráfico estaría ‘Trafficmaster’. De nuevo, la misión consiste en evitar accidentes de carretera, que el tráfico fluya con normalidad controlando los semáforos y los coches lleguen a tiempo a su destino sin poner en peligro su seguridad vial.

En la misma línea, pero añadiendo climatología adversa, está ‘Traffic Policeman-Winter Edition’. Con la nieve en contra, el jugador debe controlar el tráfico para que los coches circulen con normalidad y seguridad.
¿Habéis intentado conducir sin despegar la pantalla del teléfono móvil? No vamos a preguntar pero mejor no intentarlo. Para eso está SMS Racing, un buen aliado de la educación vial. Este juego online nos reta a no chocar ni ser protagonista de siniestro alguno mientras circulamos y escribimos mensajes. Puede que la calidad del juego no sea muy loable pero la moraleja llega.
La seguridad vial y la conducción responsable también es un ‘juego’ de niños
‘Seguridad vial. Panda Seguridad’, de BabyBus Kids Games, es una entretenida app sobre seguridad vial que ayuda a los más pequeños a moverse por la calle con seguridad y sin perder de vista los posibles peligros que hay fuera a través de un simpático panda. De manera entretenida, los jugadores no solo reconocerán los riesgos que acechan a la seguridad vial, sino que, además, aprenderán a cómo actuar si se pierden, a que tienen que comportarse bien dentro de los edificios y a que no deben marcharse con desconocidos.

‘Seguridad en el auto: Sillitas’, pertenece a la misma línea de juegos y aplicaciones de BabyBus Kids Games. Aquí, los pequeños jugadores deben ayudar a los pasajeros a viajar seguros dentro del vehículo y a comportarse adecuadamente mientras viajan. La importancia de la sillita del coche (SRI) o de hacer un uso correcto del cinturón de seguridad son conceptos que trabajan en este juego.

‘Bicis y cascos’ es otra aplicación de entretenimiento y divulgación interesante sobre seguridad vial para los más pequeños. Se trata de una app de la Fundación Mapfre que contiene distintos juegos con distintas modalidades. Uno de ellos es ‘Toca la señal’ y enseña a los jugadores a distinguir las señales de tráfico. Otro de los juegos es ‘Rompecabicis’. Con él aprenden a conocer las partes de una bicicleta así como a montar los elementos de seguridad que la componen. Por último está Un paseo seguro en bici. Se trata del simulador al que se llega tras haber pasado por los dos juegos anteriores. Aquí los niños experimentan la sensación de circular por la ciudad, respetando las normas de circulación y seguridad sin salirse del carril bici.

Y para terminar nos le dedicamos unas líneas a ‘Tales of the road. What happens when it all goes wrong’ (Cuentos de la carretera. Qué pasa cuando todo va mal). Se trata de una serie de origen británico integrada por cuatro juegos donde los niños aprenderán cómo se debe cruzar en la ciudad, la importancia de vestir prendas reflectantes si se circula o transita en la oscuridad, cómo se encuentra el mejor sitio para cruzar una calle, un camino o una carretera y algunos consejos para moverse en bici. Y todos y cada uno de los juegos con una moraleja, cumplir las normas para evitar cicatrices, lesiones, dolor o estancias en el hospital.
Que ustedes lo jueguen bien 😉 Y si aún con estas alternativas hay sed de adrenalina, el autocontrol, la sensatez y el respeto combinan a la perfección como antídoto para mutar del rol de piloto virtual al de piloto real.