En un reciente encuentro organizado por la Fundación Pons, el subdirector general adjunto de Normativa de Tráfico, Javier Villalba, desveló que la Dirección General de Tráfico está trabajando en darle un nuevo impulso al sistema de carnet por puntos, en corregirlo y mejorarlo en base a los datos objetivos que han arrojado estos diez años de andadura de este método que significó toda una revolución para los conductores españoles.

¿Qué dicen los números? Empecemos por las estadísticas que podemos considerar positivas. En los primeros diez años de existencia del carnet por puntos (del verano de 2006 al verano de 2016), el 75% de los españoles mantuvieron íntegro su saldo, es decir, no perdieron ningún punto.
En la línea pedagógica de los refuerzos positivos, la DGT estudia premiar a estos buenos conductores con lo que Villalba adelantó como “medidas imaginativas”, como podrían ser las primas favorables en las pólizas de seguro (una idea que algunas aseguradoras ya han puesto en práctica).
En la acera de enfrente, se sitúan los conductores reincidentes. Si tenemos en cuenta que los datos más desalentadores de esta primera década provienen del consumo de alcohol, ya que el 34% de los multados por sobrepasar la tasa permitida lo hacían en más del doble y debido a ello perdieron en una sola sanción el máximo de puntos por infracción (seis); y que el consumo de alcohol y drogas tiene una alta incidencia en la siniestralidad, no extraña saber entonces que la DGT analiza la posibilidad de considerar no aptos para conducir a quienes presenten síntomas de adicción a estas sustancias. Los conductores reincidentes en estas faltas no estarían habilitados a recuperar puntos y perderían su carnet y no podrían volver a la carretera hasta no certificar su rehabilitación.
Las cifras también dicen que, en estos primeros diez años, 503.291 conductores han asistido a cursos de recuperación parcial de puntos (44%) o del permiso (56%). De los que perdieron todos sus puntos, en el 55% de los casos fue por sentencia judicial y en el 45% restante por haber agotado su saldo al acumular sanciones. Es un hecho que la efectividad de estos cursos de recuperación no está del todo clara, por eso la DGT está trabajando para revertir esta situación y una de las posibilidades sería personalizar la formación en base al perfil del infractor.
Otro aspecto sobre el que trabajan los expertos de la DGT es un nuevo catálogo de infracciones que acarrearían la retirada de puntos y otras, que hasta ahora suponían pérdida de puntos pero no atentan contra la seguridad vial, pasarían a conllevar solo sanción económica, como tirar las colillas de los cigarrillos por la ventanilla, por ejemplo.

Por último, Villalba se refirió al tema de los conductores extranjeros que gozan de total impunidad al no perder puntos en el permiso de sus respectivos países si no respetan las normas en territorio español. Es cierto que la Unión Europea ha abierto un equipo de trabajo al respecto pero todavía falta que consigan sancionar a estos infractores en sus tierras de origen.
Estaremos atentos para ver cuáles de todos estos cambios se hacen realidad y os los iremos contando, claro.