No, no vamos a hablar de cómo conducen Ronaldo o Benzema, tampoco sobre el canal de televisión británica. Cuando decimos que llega la “BBC” es que estamos en un periodo del año que, esperado por muchos y temido por bastantes más, está salpicado de celebraciones familiares, hablamos de Bodas, Bautizos y Comuniones.
Pero esto… ¿qué tiene que ver con la seguridad vial? Pues por desgracia bastante, y es que en estos eventos es habitual que se produzca un cóctel explosivo y realmente peligroso, vamos a analizarlo punto por punto, y verás como más de una cosa te suena.
La ropa y el calzado menos apropiado para conducir
Desde luego, no suele ser la ropa con la que conducimos todos los días: zapatos, chaquetas, corbatas, vestidos largos, pamelas, etc… Mira cualquier foto de una boda y te darás cuenta.
No son precisamente el mejor equipamiento para conducir, y aunque no es cuestión de ir en chándal a la boda de la sobrina, ten en cuenta la limitación que supone la pérdida de movimientos mientras conduces.
Alguna «copita» de más
Este es un eterno y recurrente problema, evita que el alcohol se apodere de ti, en primer lugar para no ser la comidilla de la fiesta y que al día siguiente te arrepientas de las fotos, pero sobre todo si vas a conducir no dejes que te juegue una mala pasada.
¡Seguidme, yo sé cómo ir!
La respuesta más sensata a esta invitación sería: No, dime dónde está y ya lo busco yo. O mucho mejor, prepárate el trayecto el día anterior.
Conducir en caravana plantea muchos problemas, en primer lugar hay que estar pendiente de otros coches lo que despista bastante. Además cuando se llega a semáforos, rotondas o cruces, la caravana se suele romper.
Se trata de un momento crítico porque se suelen cometer infracciones para no perder el coche que tienes delante, o para que el que va detrás no se pierda. Maniobras como parar en lugares peligrosos, conducir a velocidades muy altas o muy bajas, estamos seguros de que las has tenido que vivir alguna vez.
Hoy en día con los navegadores, podemos evitar este peligro perfectamente.
¡Móntate con nosotros, que cabemos!
Finaliza la fiesta, pero todavía falta “tomarse la última”. Ya no importa que se arrugue la ropa o se manche, y la celebración ha hecho que ganemos confianza con otros invitados. Es cuando no hay coches suficientes y hay que apretarse para ir a otro lugar cercano a continuar la fiesta.
Coches sobrecargados, mala visibilidad y por supuesto, imposibilidad de que todo el mundo pueda usar el cinturón de seguridad, son las señas de identidad de este momento de la celebración.
En fin, seguro que has vivido muchas más experiencias, si vas a organizar alguna celebración, recuérdaselo a tus invitados.
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