Se define ‘accidente’ como un suceso imprevisto, sin embargo, en la carretera muchos de los accidentes de tráfico que se producen, poniendo atención, podrían haberse evitado. Basta con seguir las normas de seguridad vial y prestar atención a los factores que tenemos a nuestro alrededor para concienciarnos de lo determinantes que son cada uno de nuestros movimientos.
Llevar puesto el cinturón es una práctica necesaria para nuestra propia seguridad, por ejemplo, pero también tenemos que tomar en cuenta otras medidas que deberían convertirse en obligatorias. El llamado ‘dooring’ un término derivado de la palabra puerta que en inglés es door, consiste precisamente en el acto de abrir bruscamente la puerta, sin precaución, sin mirar y, con ello, provocando un riesgo de accidente.
Porque en ese momento puede pasar un ciclista por nuestro lado o un coche que se ve obligado a maniobrar e invadir el carril contrario para esquivarnos. Una negligencia que puede salir cara, como ha ocurrido este fin de semana en Salou donde fallecían los cinco ocupantes de un turismo que chocó contra un autobús cuando esquivaba una puerta abierta de un coche.
A raíz de este suceso se ha abierto el debate sobre la necesidad de adoptar la costumbre de ‘abrir la puerta a la holandesa’. En los Países Bajos los ciudadanos usan la bicicleta como transporte habitual, por ello están acostumbrados a la norma de abrir la puerta con la mano derecha, lo que obliga a girar el cuerpo para mirar si alguien viene. Un gesto sencillo que salva vidas.
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