
El mes de noviembre se ha caracterizado en Madrid por las medidas tomadas para frenar los altos índices de contaminación en el aire. De nuevo, esta semana vuelven a implantarse los límites de velocidad o las restricciones para aparcar en el centro.
Claro que los altos índices de contaminación no sólo implican a Madrid, aunque sean éstos los más sonados, sino que también varias ciudades españolas superan los límites legales de polución. Para todas ellas la solución parece perfilarse cada vez con más determinación.
Los coches autónomos se imponen como la única opción para no renunciar al vehículo privado y para no contaminar a nuestro paso. La gasolina y el diesel, poco a poco, irán pasando a la historia para dejar paso a las nuevas generaciones eléctricas respetuosas con el medio ambiente.
Si bien es cierto que para esta realidad quedan aún varios años, no es menos cierto que algunos ciudadanos ya están optando por una alternativa para no coger diariamente sus vehículos privados que contaminan. Por ejemplo, en Cataluña la llamada T-Verda se está usando como moneda de cambio para que los usuarios jubilen sus vehículos antiguos a cambio de disponer de transporte público gratuito.

Una tarjeta que ya han solicitado más de un centenar de personas, desde el 2 de octubre que la administración catalana lanzó esta medida revolucionaria. Y es que en Barcelona, a partir del 1 de diciembre se pondrán en marcha, progresivamente, la restricción de circulación para los vehículos más contaminantes; una medida que se implantará definitivamente a partir del 1 de enero de 2019.
Una opción suculenta para concienciar, motivar y cambiar hacia mejores hábitos.