
Muchas veces se ha escuchado que las mujeres son más prudentes al volante que los hombres. Ellas son las que registran anualmente un índice más bajo de accidentes de tráfico, de hecho, según un estudio realizado por el Instituto de Investigación del Automóvil (INSIA) de la Universidad Politécnica de Madrid, los hombres sufrirían el doble de accidentes que las mujeres.
Mientras que en ellos se destaca una conducción más agresiva, ellas reducen los riesgos y cumplen más las normas de tráfico. Sin embargo, y a pesar de las estadísticas nacionales, un informe de Comisiones Obreras señala que en la comunidad de Aragón las mujeres tendrían más accidentes de camino al trabajo que los hombres.
Los datos corresponden a un estudio del 2017. Un año en el que se ha incrementado un 5 por ciento el número de accidentes in itinere, registrándose un aumento de más de 700 casos con respecto al 2016, en los que las mujeres se perfilan como protagonistas.
Suena incongruente reconocer que quien más respeta las normas de conducción sea también quien más accidentes de tráfico laborales sufre, al menos en Aragón. No obstante, los expertos señalan que la explicación reside en motivos ajenos a la propia conducción. Las responsabilidades de la vida privada, como las tareas de la casa o el llevar a los niños al colegio, suelen acarrear estrés y prisas, y son el origen de muchos accidentes en carretera.
Un dato más que vuelve a poner de manifiesto la necesidad de corresponsabilidad en el hogar, así como un urgente reparto de tareas o una mayor implicación por parte del hombre en asuntos domésticos de los que, usualmente, se encarga la mujer.