
El ‘ecologismo’ es un término que muchos consideran una moda, pero es más que eso, se trata de una necesidad. La preocupación por el medio ambiente aumenta a marchas forzadas al ser cada vez más conscientes de cómo estamos acabando con nuestro propio planeta. Los avances deben ir encaminados a limitar los excesos consumistas y reducir las emisiones de gases contaminantes al aire.
El transporte es uno de los campos que más deben aplicarse en este sentido al ser uno de los causantes del calentamiento global y, por eso, los coches eléctricos están en boca de todos. Pero, ¿qué ocurre con los vehículos de mayor envergadura? Cada día miles de millones de camiones recorren las autopistas de todo el mundo transportando mercancías, motivo por el cual, deben ser también un foco de estudio.
Precisamente, ya se están dando los primeros pasos en este sentido. Alemania ha inaugurado este mes de mayo en Franckfurt la primera autopista eléctrica para camiones. Se trata de un tramo de 10 kilómetros que discurre por uno de los carriles de la carretera de tráfico normal y en la que sólo los camiones de una empresa –por ahora, aunque se esperan otras cuatro en 2020– han incorporado un sistema que les permite recibir electricidad a través de cables aéreos.
Este mecanismo, que convierte al vehículo en un híbrido entre el tren de mercancías y un camión normal, recarga la batería eléctrica que incorporan y les permite conducir sin gastar combustible durante unos kilómetros, dependiendo únicamente de la electricidad acumulada, lo que evita en gran medida la contaminación.
Siemens AG, la empresa que ha puesto en funcionamiento este sistema, ya instaló en 2016 otro tramo eléctrico de 2 kilómetros en una autopista de Suecia que recargaba las baterías de los coches cero emisiones, aunque el mecanismo era distinto ya que la recarga se producía por la parte inferior y al circular sobre unos raíles, al más puro estilo scalextric. Sin duda, lo que parece el futuro para tener un transporte sostenible.