Las entradas y salidas de los centros escolares siguen siendo uno de los grandes problemas de seguridad vial en estos entornos, a saber: coches aparcados en doble y triple fila, niños que circulan entre ellos, padres y madres apelotonados en la puerta del colegio y un sinfín de circunstancias que por desgracia a diario se repiten en la puerta de los colegios.
Al curso escolar 2020/2021 se le suma otra situación, tan novedosa como desagradable y es la COVID19. Una de las consecuencias según indican muchos expertos es el aumento del uso del transporte privado para llevar a los niños al colegio en detrimento de los transportes públicos.
La capacidad de los entornos escolares es limitada y el uso de estos espacios es muy desigual, con ocupaciones muy altas en las horas de entrada y salida, y en función de la situación del centro pueden ser mínimas el resto del día.
En definitiva es necesario gestionar la seguridad en estos entornos de alguna forma. Una iniciativa novedosa, ya utilizada en otros sitios como aeropuertos es el “Kiss & go”, lo que traducido literalmente podría ser algo así como “beso y marchar”. Y que consiste básicamente en llevar al menor en coche hasta la puerta del centro o la zona habilitada, detenerse para que se baje y marcharse del lugar para permitir que otro vehículo haga esa misma maniobra.
Colegio Ciudad de Mérida, un ejemplo práctico.
Este sistema lo están utilizando en el Colegio Ciudad de Mérida, donde llevan años realizando importantes acciones para mejorar la seguridad vial de sus alumnos, enmarcadas en un proyecto más ambicioso denominado EINSTEIN-CIUDAD DE MÉRIDA. Este proyecto comprende clases teóricas en aula y prácticas en circuito PIT desde Infantil a 6º de Primaria, así como 4 Caminos Escolares o la Patrulla Escolar en la salida del colegio.
Para iniciar el proyecto Kiss&Go, nos comenta Jose Vicente Serrano, implicado activamente en el lanzamiento de este proyecto, se enviaron cartas y avisos a los padres y después de pintar y señalizar verticalmente un lateral del colegio de unos 60 metros (2 señales R-308 de prohibido estacionar de 08:00 a 10.00 h, L-V, reservado a bajada de escolares «Kiss & Go» y línea amarilla pintadas en pavimento en zig-zag entre señales) avisaron durante varios días a los despistados o aprovecharon para que solo hicieran parada para bajar los niños y no quedarse y llevarlos de la mano hasta la puerta.
La medida solo es para la entrada del colegio, por lo que ese espacio se podía utilizar en la salida para el estacionamiento como el resto del entorno del colegio.
Para su eficacia es necesario contar con una persona, un agente de policía preferiblemente, que no solo haga cumplir la reserva solo de bajada sino también para ayudar en la incorporación al tráfico de los que han realizado dicha parada para que no haya riesgos y además sea lo más corta posible y permita la utilización por el máximo de coches: con esas 10 plazas en 10 minutos podían parar casi 100 vehículos.
En definitiva, una medida inteligente a tener en cuenta, pero como todas si se utilizan de forma responsable por parte de todos.